Cierres o cremalleras
Si al cierre se le “volaron» algunos dientes, coserlo atravesándolo por encima de la tela. Dejar la parte rota debajo de la costura, formando con el hilo un tope, hasta que podamos cambiarlo.
Si el cierre está enganchado, pero no roto, pasarle cera de vela o parafina para facilitar el encastre de las dos partes.
Si el “agarre” del cierre es muy chico, pasarle un pedazo de cuerda, cordón de cuero o gamuza para facilitar la subida y bajada del mismo.