Comer y beber mucho
Buen momento para tener a mano las recetas de la abuela para poder sentirnos mejor.
Es bueno recordar que las verduras crudas y cocidas, carnes asadas y fruta son los alimentos más fáciles para lograr una buena digestión
Los fritos, picantes y grasas nos complican provocando una digestión mucho más pesada.
Cuando nos quejábamos de dolor de panza mi abuela nos ponía una hoja de repollo untada con una papilla de grasa o manteca y unas cucharaditas de vinagre de alcohol, encima un trapo o paño de lana dejándolo apretado sobre la panza toda la noche.
Si no tenía repollo hacía un puré de papas y bien caliente lo envolvía en un paño de tejido abierto como el de los pañales de tela y lo apretaba sobre el estómago durante un buen rato hasta que la papa se enfriara.
Siempre que los varones de la familia salían de juerga, porque antes salían solo los hombres, mi abuela les daba una cucharada de aceite de oliva y los obligaba a comer algún alimento sólido como un huevo duro.
Muchas veces las recetas preventivas no eran suficientes entonces al día siguiente los obligaba a darse una ducha y los esperaba en la puerta del baño con una taza de té de jengibre rallado, sin chistar se la tomaban.