Para las durezas de manos y pies
Pasar un diente de ajo en trocitos sobre las durezas de los pies y de las manos, los ablanda y se pueden suavizar frotando con piedra pómez. Hacerlo durante varios días a la mañana y a la noche.
Puede ser jugo de ajo: ajo machacado con un poquito de aceite o ajo machacado con una cucharada de grasa de cerdo o de vaca.
Podemos utilizar una cebolla asada, hacer un puré y usar de la misma forma.
El jugo lechoso de las ramas u hojas de la higuera son otra buena opción.
Mi madre le preparaba a mi padre una receta excelente y fácil:
Lograr un polvillo pisando 6 o 7 aspirinas, partes iguales de agua y jugo de limón. Colocar sobre las durezas, cubrir con un pañito limpio mojado con agua bien caliente (compresas), dejar 15 minutos, retirar, secar y trabajar las durezas —que ya están mucho más blandas— con piedra pómez.